La menta es una planta herbácea conocida por todos nosotros y empleada desde la antigüedad por sus propiedades tanto culinarias como medicinales.
Estas propiedades tan características se deben a la composición que se encuentra en el interior de esta planta. Los componentes más destacables de la menta son los siguientes:
- Diferentes tipos de ácidos como el acético, el rosmarínico, el benzoico, el isobutírico o el cafeico.
- Terpenos. Dentro de este grupo tenemos la obligación de destacar el mentol, que se encuentra en un 45% en la planta de la menta. Otros terpenos importantes son el cineol, el mentofurano, el limoneno o el timol.
- Aceite esencial. Encontramos varios tipos como el carvacrol, el anetol o el eugenol.
- Taninos.
- Betacarotenos.
- Flavonoides. Donde destacan el mentosido y la hesperidina.
- Vitaminas B1, B2 y B3.
- Minerales como el aluminio, el zinc, el calcio, el cromo, el hierro, el fósforo, el magnesio…
La combinación de estos componentes otorgan una serie de propiedades medicinales a la menta que nos van a beneficiar en numerosos ámbitos.
Propiedades beneficiosas de la menta para el sistema digestivo.
Desde la antigüedad se ha empleado la menta para aliviar, combatir y prevenir diversos problemas en el aparato digestivo.
Los principales problemas que se pueden combatir con la menta dentro de este sistema son:
- Dolor de estómago: varios de sus componentes, entre los que se encuentran el ácido rosmarínico, el carvacrol o el limoneno, le otorgan a la menta propiedades antiespasmódicas que son perfectas para combatir los malestares estomacales.
- Vómitos: la menta es una planta que se ha empleado desde hace cientos de años para evitar los vómitos y combatir las náuseas al tener propiedades digestivas.
- Cólicos: esta planta tiene la capacidad de estimular la secreción de la bilis ayudando con ello a mejorar indigestiones y a luchar contra los cólicos abdominales.
- Irritación del intestino: como hemos dicho, la menta tiene propiedades antiespasmódicas. Si a éstas le sumamos sus propiedades suavizantes y relajantes, veremos que podemos combatir la irritación del intestino con esta planta además de emplearla para mejorar las mucosas intestinales.
- Gases: la menta es una buena aliada contra la acumulación de gases en el intestino debido a la combinación de carvacrol, timol y mentol que contiene.
- Otros problemas: además de los que acabamos de ver, la menta sirve para luchar contra otros malestares o molestias del sistema digestivo como la colitis, el mal aliento, la mala absorción de las grasas, la enfermedad de Crohn o la boca seca.
Propiedades beneficiosas de la menta para el sistema respiratorio.
La menta nos ayuda a aumentar la producción de sudor y a descongestionar las vías respiratorias, por lo que es perfecta para combatir problemas como los siguientes:
- Gripe: además de ayudarnos a reducir la fiebre al aumentar nuestra producción de sudor, y a liberar las vías respiratorias, la menta tiene propiedades antivirales, lo que hacen que esta planta sea una perfecta aliada para luchar contra la gripe.
- Tos: la menta posee propiedades mucolíticas debido a la combinación de ácido acético y ácido ascórbico que contiene. Esto se traduce en que es beneficiosa para combatir malestares como la bronquitis, la faringitis, los ataques de tos o el asma.